miércoles, 29 de septiembre de 2010

Mujeres, heroínas olvidadas de América


Mujeres, heroínas olvidadas de América
Por: Indymedia Colombia

A las madres que sucumbieron en la defensa de sus tierras, que lucharon contra la usurpación y despojo imperial. En la lucha por su derecho a la vida, de vivir en paz y en libertad. A aquellas mujeres que a pesar de ser madres con mucho heroísmo resistieron a la invasión bárbara europea de la América , en su propósito sublime perecieron con valor y dignidad.

LOS MODELOS DE MADRE EJEMPLAR

En la Grecia hace 2,400 años Platón y Aristóteles consideraban a las mujeres que tenían el mismo status social que los esclavos, sostenían que “el destino de las mujeres era dar hijos al Estado desde los veinte a los cuarenta años”. Filon de Alejandría ( 25 a .C.) distinguía entre el intelecto –masculino– y la sensación –femenina–. “Las mujeres griegas se encargaban del tejido, de la casa y de los hijos”. Con el advenimiento del cristianismo- es la única religión en el mundo- que señala a la mujer como la causa del pecado terrenal y es por culpa de Eva la mujer debe parir con dolor a los hijos. Fray Luis de León en 1581 escribe la Perfecta Casada donde señalaba que la madre cristiana perfecta es aquella que se dedica a tiempo completo a los quehaceres del hogar, al cuidado de su esposo y sus hijos.

De seguro que hubieron y los hay madres extraordinarias dentro de aquellos modelos que guiaron y guían el comportamiento de las madres. Pero hubo madres que tuvieron que salirse de esos modelos sea porque se sintieron forzadas por la opresión y la tiranía o por su vocación nata de servir al mundo.

HOMENAJE A LAS MADRES QUE LUCHARON CONTRA LA INVASION IMPERIAL

Va por ello el más infinito homenaje a todas las madres del mundo.

Y un tributo especial a las madres que a pesar de ser generadoras de vida, dejaron su sangre y sus lágrimas en la lucha contra la opresión e injusticia humana.

A las madres que sucumbieron en la defensa de sus tierras, que lucharon contra la usurpación y despojo imperial. En la lucha por su derecho de vivir en paz.

A aquellas mujeres que a pesar de ser madres con mucho heroísmo resistieron a la invasión bárbara europea de la América en su propósito sublime perecieron con valor y dignidad.

La América está abonada con sudor, sangre y lágrimas indígenas o mestizas que de seguro cuando la oscuridad de la noche termine renacerá la alegría para todos y florecerá la verdadera libertad. Y más tarde que nunca las heroínas que se atrevieron a retar a la brutalidad de los invasores, ocuparan su mansión para siempre en el lugar donde moraban sus dioses.

A ellas:

ANACAONA

Primera heroína, noble princesa indígena Anacaona ("Flor de oro") de Santo Domingo, quien fue la esposa del Cacique Caonabó, que protestó contra el gobernador Nicolás de Ovando por su terribles abusos. Esto provocó la ira del gobernador y, para demostrar su superioridad, apresó a Anacaona, la sentenció a muerte y la ejecutó en la orca. Así es como se inicia el heroísmo en América.

KURA OQLLO(1536)

Kura Oqllo ayudo a su esposo Manco Inka Yupanqui a llevar a cabo el plan de reconquista del Perú con un gran ejército. Ella se encargó de iniciar el bloqueo de la ciudad del Cuzco desde la fortaleza de Saccsaywuaman. Las batallas continuaron. Kura Oqllo y Manco Inka, no sólo se enfrentaba a Españoles, sino también a los ejércitos comandados por sus propios parientes. Tuvieron que huir hacia Yucay, pero Hernando Pizarro, por venganza, ordenó a matar muchas mujeres que también lucharon por la reconquista. Kura Oqllo fue capturada y conducida al Cuzco, donde Francisco Pizarro ordeno matarla a flechazos. Esta mujer fue una de las primeras heroínas que murió con valor por recuperar sus tierras y mostró dignidad, patriotismo, coraje y amor a su tierra y su raza.

MAMA ASARPAY (1536)

Como otra de las mujeres que luchó en la época incaica, tenemos a Mama Asarpay, hija de Wayna Qhapaq. Esta mujer tuvo acceso al palacio de Francisco Pizarro, porque la mujer de Francisco era hermana de Mama Asarpay. Ella espió los planes de defensa de los españoles y de inmediato lo comunicó con las huestes de Kisu Yupanqui. Al concluir su misión retornó a Cajamarca donde fue tomada prisionera y fue conducida a Lima, donde Francisco Pizarro le dio muerte.

MARÍA KUSIO WARKAY(1544)

María Kusi Warcay, hermana de Titu Kusi Yupanqui y esposa de Sayri Tupa, fue una valiente mujer. Esta mujer le aconsejó a su hermano que no cediera territorio a los españoles, sin embargo, él no le hizo caso, y las predicciones de Maria Kusi se cumplieron: el Inca murió asesinado junto con su padre.

GUACOLDA(1557)

La duda que siempre queda, y esto debido al enfoque androcéntrico de la historia que ha ocultado y minimizado la acción de las mujeres, es si Guacolda acompañó y luchó junto a Lautaro solo porque era su hombre o -en cambio- lo acompañó porque, en cierta manera la defensa de su territorio y la expulsión de los invasores era una misión compartida por todo el pueblo mapuche, incluidas las mujeres. Esto último es lo más probable, ya que hay otras mujeres que dan cuenta de una determinación libertaria y luchadora, como Tila y Fresia.

ANA DE TARMA (1742)

En existió un grupo de guerrilleras comandadas por un mujer llamada Ana de Tarma. Esta mujer comandaba a un grupo de 52 mujeres; ellas ofrecieron resistencia a las huestes del español Benito Troncoso, en los combates de Río de la sal y Nijandaris, donde los españoles fueron derrotados. Por trece años truncaron los esfuerzos de los españoles. Ante ello, el rey de España procedió a cambiar al virrey siendo nombrado el Conde de Superunda y para el mando de tropas reales se nombró al General Don José Llamas, Marqués de Mena Hermosa. Pero estos cambios no lograron reducir el caudillo y la figura de la guerrillera Ana de Tarma.

MARÍA GREGORIA (1750)

María Gregoria con su esposo Francisco Inka se lanzaron al ataque contra los españoles, por los abusos que estos habían cometido. Ante todos estos hechos el virrey Conde de Superunda envió a un grupo de españoles para acabar con esa conspiración y en esta nueva cruel batalla murieron con valor hombres y mujeres que buscaban la justicia y la paz. María Gregoria fue interrogada para conocer los planes y nombres de los conspirados, pero no lograron su objetivo, ya que María prefirió el martirio a la traición.

JUANA MORENO (1777)

Juana Moreno estuvo dispuesta a enfrentarse contra los abusos y excesos de los encomenderos que vendían productos inútiles a los indígenas. En la provincia de Huancalíes, Juana Moreno ayudó aprovisionando armamento para hacerle frente al teniente corregidor General don Domingo de la Cajiga , quien hizo su ingreso al pueblo de Llata a fines de julio de 1777, cuya misión era el cobro de nuevos tributos a los indígenas. Los indígenas rodearon la casa donde se alojaba el jefe de las Milicias y fue Juana Moreno quien acabó con la vida del teniente corregidor. La rebelión fue sofocada por las tropas.

MICAELA BASTIDAS PUYUQAWUA(1781)

Esposa de José Gabriel Condorcanqui Tupac Amaru II, Precursora de la independencia Americana, Constituye imagen cimera de la mujer peruana.

El 18 de mayo de 1781, Cusco fue testigo de la ejecución de esta heroína de 37 años de edad, ajusticiada en la plaza Mayor o Waqaypata ( plaza del lamentos a manos del invasor español.

Generala, intuitiva, organizadora, conductora. Era el cerebro de Tupac Amaru II. La mujer que lo guía, lo alienta, y a veces lo recrimina; la madre de extraordinarios hijos.

En una carta Micaela dice a su marido: “ Chepe mío, estas perdiendo el tiempo; hasta cuando me vas a llenar de pesadumbres; por qué te equivocas, o porqué no marchas al Cusco”.

Error estratégico que el costo la vida a Tupac Amaru y la ansiada libertad a América.

Micaela Bastidas fue ejecutada antes que José Gabriel Condorcanqui. La noble y valerosa mujer subió al tablado de la muerte orgullosa y altiva, con rostro desafiante, Sus verdugos trataron inicialmente de arrancarle la lengua pero opuso tal resistencia que solo lo pudieron hacer después que estuvo muerta.

Sometida a la pena del garrote, padeció infinitamente, pues por tener el cuello sumamente delgado el torno del metal no logro ahorcarla, entonces le fue aplicado un lazo alrededor del cuello, tirando de él dos españoles hasta ahogarla, a la vez que le aplicaban puntapiés en el vientre y en los senos

Así termino sus días esta heroína ejemplo de amor y entrega a la tierra que la vio nacer.

TOMASA TITO CONDEMAYTA(1781)

Cacica de Acos y Acomayo, , Provincia de Quispicanchi Departamento del Cusco

Mujer heroína que lucha en la defensa de su pueblo que estaba subsumido en la explotación humana, la opresión española. Esta Mujer veía las injusticias que cada familia o ayllu tenia que afrontar , al llevarse a sus maridos rumbo a los obrajes de Potosí, donde entraban y morian en las minas, de cada cinco hombres salía uno con vida, ya niños eran anotados en sus inventarios de la muerte por españoles que necesitaban indios que acuñaran monedas de plata y oro para el envío a España, esta mujer que no dudo un instante en luchar junto a Tupac Amaru II en la Gesta Emancipadora del primer Grito de revolución en toda América.

Muere ajusticiada por los españoles según Acta de ajusticiamiento Documento Histórico de 1781 sobre el proceso, juzgamiento y sentencia a José Gabriel Tupac Amaru y otros Mártires y Precursores de la Independencia Americana por la Revolución emancipadora que encabezaron. .La ejecución de la cacica de Acos fue el día viernes 18 de Mayo de 1781. su cuerpo descuartizado y enviado su cabeza a la plaza de Acos .

MARCELA CASTRO(1781)

Marcela Castro fue acusada de alentar el alzamiento Tupacamarista en Marcapata y de no haber delatado a los que intervinieron en él. Por esto, se le aplicó feroz sentencia de ser arrastrada a la cola de una bestia, llevando soga de esparto al cuello, siendo así conducida por las calles para que sea objeto de burla luego fue descuartizada y su cabeza fue puesta en el camino que sale para San Sebastián, un brazo en el pueblo de Sicuani, otro en el puente de Orcos, una pierna en Pampamarca, otra en Ocongate y el resto del cuerpo quemado en una hoguera en la plaza y sus cenizas arrojadas al aire. Esto provocó más la ira de la gente hacia las tropas realistas.

BARTOLINA SISA(1781)

Bartolina Sisa y su esposo Julián Túpac Catari batallaron contra el ejercito realista. Ella fue jefa de batallones indígenas donde demostró gran responsabilidad y capacidad de organización, logrando armar un batallón de guerrilleros indígenas y también grupos de mujeres colaboradoras de la resistencia a los españoles en los diferentes pueblos del alto Perú. Sus hazañas y arrojó está representada en el Sitio de La Paz y a Sorata en donde tomó parte activa, ordenando represar el río que pasa por la ciudad para provocar una inundación que debía romper los puentes y aislar a la población, pero este plan fracasó puesto que el general realista, Segurola, recibió ayuda de cinco mil hombres que destruyeron los planes de los rebeldes. Tiempo después, Bartolina Sisa fue capturada, torturada y cruelmente asesinada.

GREGORIA APAZA(1781)

Gregoria Apaza, llamaban " La Virreina ", luchó al lado de los hermanos Catari en coordinación con el plan revolucionario de Túpac Amaru. Su acción al lado de las guerrilleras fue activa y su labor fue decisiva en el aprovisionamiento de las rebeldes. Fue hecha prisionera junto con Bartolina y fue condenada por el Oidor Diez de Medina en la misma forma cruel con que usó para su cuñada. Sus miembros despedazados, enviados a diferentes lugares, su cabeza puesta en una picota y el resto de su cuerpo quemado, para que sus cenizas fueran arrojadas al viento.

CECILIA TÚPAC AMARU1781)

Cecilia Tupac Amru, aunque esposa del español Pedro Mendigure, tenia gran dolor por el mal trato a los indígenas y mestizos, lo que avivó su anhelo de conseguir un cambio de sistema de vida para los suyos y por ello se dedicó a organizar la despensa de víveres y el fondo económico que servirían para el sostenimiento de la revolución. Cecilia, a pesar de su aspecto débil, no delató a ninguno de los partidarios del movimiento sin importarle los suplicios. Ella tomó parte en los preparativos bélicos del Cerro Piccho al lado de Túpac Amaru, cuando en una forma inexplicable se realizó la retirada a Tinta. Sofocada la revolución, ella fue hecha prisionera y condenada a una cruel sentencia debía sufrir doscientos azotes dados por las calles públicas del Cuzco y luego el destierro al convento de las Recogidas de Méjico.

MANUELA TITO CONDORI (1781)

Manuela Tito Condori colaboró con Túpac Amaru. Había nacido en Pitumarca, lugar perteneciente a la zona de Canchis; ella alentó en todo instante a las huestes del levantamiento iniciado por Túpac Amaru y Micaela Bastidas. Fracasada la revolución, Manuela Tito Condori fue cruelmente condenada a perpetuo destierro y debía estar reservado su destino al virrey Agustín de Jáuregui; el encargado de hacer cumplir esta sentencia fue don Benito de la Mata Linares , el 17 de julio de 1783. El destierro al cual marchaba esta valerosa mujer indígena se debía cumplir integrando una caravana que partiendo del Cuzco debía hacer a pie el recorrido hasta el Callao.

MARGARITA CONDORI (1783)

Margarita Condori apoya con dinero y provisiones guerrillas de Diego Tupac Amaru; natural de Tungasuca que pertenece a Tinta. Murió por causa del frío y cansancio por integrar la "Caravana de la Muerte-los 40 años". Su último destino sería en Andahuaylas donde el padre Francisco Javier Alfaro, de la Iglesia San Pedro, le otorgó los sacramentos y la enterró el 14 de octubre de 1783.

SIMONA JOSEFA MANSANEDA

Patriota paceña. Simona Josefa Manseneda, llamada la " La Cereza ". Surgió de las clases populares; se distinguió por poner todos sus esfuerzos, su entusiasmo y sus posibilidades económicas al servicio de la rebelión de Pumacahua, interviniendo con ayuda económica y personal en el combate o la toma de la ciudad de La Paz. Ella se encargaba de arengar con entusiastas frases y con temeraria audacia al pueblo paceño, para que se uniera a las tropas libertadores del Cuzco. Producida la derrota de los Altos de La Paz , Simona fue objeto de despiadados castigos, los cuales recibió sin queja alguna, con mucho coraje y con el pensamiento vivo en la futura libertad de su pueblo. Simona soportó el atroz castigos y murió dejando un precioso ejemplo de coraje y sacrificio.

VENTURA CCALLAMAQUI

Ventura Ccallamaqui, con un gran fervor patriótico las arengaba y dirigía en forma muy resuelta a la gente para que salieran a combatir con los patriotas. En medio de gritos y gran bullicio, Ventura con otras mujeres solicitaban sumarse a la columna de Béjar y Hurtado que avanzaban triunfante hacia Huamanga. La heroína exigía apoyo para la Rebelión del Cusco, la que iba a traerles la libertad e igualdad. En medio de gritos desaforados se enfrentó al capitán español José Vicente de la Moya y, fue así como en Huamanga, después de tres siglos de opresión, se escuchó el primer grito de rebeldía. Es así como cientos de valerosas mujeres huamanguinas, en medio de su pobreza y en histórico reto, reclamaron el derecho a la libertad y a la justicia. Gracias a Ccallamaqui, las tropas de los patriotas entraron triunfantes en Huamanga el 20 de septiembre de 1814.

ROSA CAMPUZANO

Rosa Campuzano nació en Guayaquil (Ecuador) pero residió en Lima. Ella cooperó brindando sus salones para las reuniones vinculadas con los círculos secretos de la conspiración. Su capacidad intelectual, posición económica y relaciones sociales, le permitieron ayudar a San Martín en la lucha para afianzar la independencia del Perú. Rosa difundió las cartas que San Martín enviaba a los criollos instándolos a incorporarse a abandonar dicha causa e invitándolos a incorporarse a la verdadera causa: la libertad de América. Estuvo entre las mujeres que lograron que el batallón realista "Numancia" pasará a formar parte de la legión patriótica. Fue premiada por el general San Martín con la banda de seda, por los servicios prestados a la patria. Junto con ella actuaron Gertrudis Coello. Carmen Noriega, Francisca Quiroga y Carmen Guzmán.

LAS HEROÍNAS TOLEDO

El heroico acontecimiento que hace ilustre al pueblo de Concepción en la historia de nuestra independencia se debe a ellas. Juana Toledo y sus hijas Teresa y Ana concibieron un atrevido proyecto con los y las habitantes de los campos vecinos y todas las armas que pudieron encontrar para oponerse al paso de los españoles. Las Toledo corrieron inmediatamente a la cabeza del puente con algunos de los suyos y cortaron las amarras con las herramientas que tenían preparadas al ver que unos Húsares trataban de atravesarlo. Esta operación fue realizada con presteza y entre las balas del enemigo, y quienes cometieron la temeridad de pasar al lado opuesto del puente cayeron al río.

MARÍA ANDREA PARADO DE BELLIDO

Una insigne mujer que estuvo vinculada estrechamente con las guerrillas de Cayetano, fue doña María Andrea Parado de Bellido; nació en el año 1777 en Huamanga. María Parado apoyaba la causa de la independencia del Perú y supo infundir en sus hijos el amor a la Patria. La señora Bellido trabajaba como receptora de correos en el distrito de Huamanga; por esta época, su esposo y su hijo se alistaron en el ejercito libertador, con los montoneros de Quirós. Maria Parado de Bellido averiguaba por diferentes medios los planes y movimientos realistas, para comunicárselos a su esposo, y para que éste a su vez alerte a los patriotas ante cualquier peligro. En estas circunstancias se enteró que el feroz Coronel Carratalá había preparado una emboscada a los montoneros de Quirós, porque éstos habían ocasionado innumerables bajas a las tropas coloniales, y que estaba decidido a exterminarlos. Con este motivo, Maria Parado de Bellido dirigió una carta a su esposo la cual había desbaratado los planes de Carratalá. Los realistas saquearon el pueblo de Huamanga, esparciendo el terror. En el mes de mayo de 1822 los realistas rodearon la casa de María la cual fue capturada. A ella se le hizo un interrogatorio para que confesara cuales eran sus planes y quienes era los que intervenían pero eso fue inútil prefirió callar y morir fusilada.

JUANA AZURDUY (1821)

Juana Azurduy es la máxima heroína de la Independencia Americana y su vida un verdadero ejemplo de la entrega a la revolución y a la lucha por la libertad de sus semejantes. El Alto Perú era el corazón del sistema colonial español y del genocidio indígena. Allí los indios enviados al socavón del Potosí eran despedidos para nunca más volver. Morían a los veinte años de edad con los pulmones perforados, a los dos años de llegar a la bocamina. Allí todas las injusticias eran realizadas en nombre del rey de España. Los azotes -las arrobas- eran el trato habitual para el indio. Juana, una hermosa mujer de familia criolla, habría podido tener una vida acomodada de mujer casada. En lugar de ello prefirió el combate sin cuartel por la libertad. En esa lucha perdió de la manera más cruel a sus cuatro hijos pequeños, destruidos por el hambre, las penurias y el paludismo. Vio la cabeza de su esposo -el héroe Padilla- clavada en una pica carcomida por los gusanos. Así, Juana, vió morir a sus cuatro hijos y combatió embarazada de su quinta hija. Cuando queda viuda y con su única hija, se unió en la defensa del Norte bajo el servicio de Martín Miguel de Güemes. Tras la muerte del caudillo, sin mas combate, quedó carente de recursos para volver a su patria.

Su vida transcurrió en Salta reclamando inútilmente a Bolivia sus bienes confiscados. Recién en 1825, el gobierno salteño le otorgó dinero para su regreso.

Murió a los 82 años, olvidada y en la mayor pobreza. Se la enterró en una fosa común sin los honores ni las glorias que su accionar y compromiso por la patria merecía.

Y así existen heroínas olvidadas que tarde o temprano la historia si quiere seguir siendo ciencia tendrá que rescatarlas para la memoria colectiva no solo de la América sino de la humanidad.

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martes, 28 de septiembre de 2010

La educación colonialista




La educación colonialista

INTRODUCCION

El pedagogo moderno sabe perfectamente que la educación no es una mera cuestión de escuela y métodos didácticos. El medio económico social condiciona inexorablemente la labor del maestro. El colonialismo fue y es fundamentalmente adverso a la educación del indio: su subsistencia neocolonial tiene en el mantenimiento de la ignorancia del indio el mismo interés que en el cultivo de su alcoholismo. La escuela moderna –en el supuesto de que, dentro de las circunstancias vigentes, fuera posible multiplicarla en proporción a la población escolar indígena-campesina–, es incompatible con un estado semifeudal y semicolonial.

La mecánica semicolonial, anularía totalmente la acción de la escuela, si esta misma, por un milagro inconcebible dentro de la realidad social, consiguiera conservar, en la atmósfera semicolonial, su pura misión pedagógica. La más eficiente y grandiosa enseñanza normal no podría operar estos milagros. La escuela y el maestro están irremisiblemente condenados a desnaturalizarse bajo la presión del ambiente semicolonial, inconciliable con la más elemental concepción étnica - nacional y liberadora.

INFLUENCIAS DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA EN LA REPUBLICA

En un breve recuento histórico tres influencias se suceden en el proceso de la instrucción en la República: la influencia o, mejor, la herencia española, la influencia francesa, y la influencia norteamericana. Pero sólo la española logra en su tiempo un dominio completo. Las otras dos se insertan mediocremente en el cuadro español, sin alterar demasiado sus líneas fundamentales.

La historia de la instrucción pública en los Andes se divide así en los tres períodos que señalan estas tres influencias. Los límites de cada período no son muy precisos. Pero en los Andes este es un defecto común a casi todos los fenómenos y a casi todas las cosas. Hasta en los hombres rara vez se observa un contorno neto, un perfil categórico. Todo aparece siempre un poco borroso, un poco confuso.

En el proceso de la instrucción pública, como en otros aspectos de nuestra vida, se constata la superposición de elementos extranjeros combinados, insuficientemente aclimatados. El problema está en las raíces mismas de estos países hijo de la conquista. No somos un pueblo que asimila las ideas y los hombres de otras naciones, impregnándolas de su sentimiento y su ambiente, y que de esta suerte enriquece, sin deformarlo, su espíritu nacional. Somos un pueblo en el que conviven, sin fusionarse aún, sin entenderse todavía, indígenas y conquistadores. La República se siente y hasta se confiesa solidaria con el Virreinato. Como el Virreinato, la República es de los colonizadores, más que de los regnícolas. El sentimiento y el interés de las cuatro quintas partes de la población no juegan casi ningún rol en la formación de la nacionalidad y de sus instituciones.

La educación nacional, por consiguiente, no tiene un espíritu nacional: tiene más bien un espíritu colonial y colonizador. Cuando en sus programas de instrucción pública el Estado se refiere a los indios, no se refiere a ellos como a iguales a todos los demás. Los considera como una raza inferior. La República no se diferencia en este terreno del Virreinato.

España nos legó, de otro lado, un sentido aristocrático y un concepto eclesiástico y literario de la enseñanza. Dentro de este concepto, que cerraba las puertas de la Universidad a los mestizos, la cultura era un privilegio de casta. El pueblo no tenía derecho a la instrucción. La enseñanza tenía por objeto formar clérigos y doctores.

La revolución de la independencia, alimentada de ideología jacobina, produjo temporalmente la adopción de principios igualitarios. Pero este igualitarismo verbal no tenía en mira, realmente, sino al criollo. Ignoraba al indio. La República, además, nacía en la miseria. No podía permitirse el lujo de una amplia política educacional.

Disminuida la efervescencia de la retórica y el sentimiento liberales, reapareció netamente el principio de privilegio. Los gobiernos que declararon, la gratuidad de la enseñanza, fundaban esta medida que no llegó a actuarse, en “la notoria decadencia de las fortunas particulares que había reducido a innumerables padres de familia a la amarga situación de no serles posible dar a sus hijos educación ilustrada, malográndose muchos jóvenes de talento”. Lo que preocupaba a ese gobierno, no era la necesidad de poner este grado de instrucción al alcance del pueblo. Era, según sus propias palabras, la urgencia de resolver un problema de las familias que habían sufrido desmedro en su fortuna.

La persistencia de la orientación literaria y retórica se manifiesta con la misma acentuación. De ahí se señala como fundaciones típicas de los primeros lustros de la República: el Colegio de la Trinidad, la Escuela de Filosofía y Latinidad, y las Cátedras de Filosofía, de Teología Dogmática y de Jurisprudencia.

En el culto de las humanidades se confundían los liberales, la vieja aristocracia terrateniente y la joven burguesía urbana. Unos y otros se complacían en concebir las universidades y los colegios como unas fábricas de gente de letras y de leyes. Los liberales no gustaban menos de la retórica que los conservadores. No había quien reclamase una orientación práctica dirigida a estimular el trabajo, a empujar a los jóvenes al comercio y la industria. (Menos aún había quien reclamase una orientación democrática, destinada a franquear el acceso a la cultura a todos los individuos).

La herencia española no era exclusivamente una herencia psicológica e intelectual. Era ante todo, una herencia económica y social. El privilegio de la educación persistía por la simple razón de que persistía el privilegio de la riqueza y de la casta. El concepto aristocrático y literario de la educación correspondía absolutamente a un régimen y a una economía feudal.

La revolución de la independencia no había liquidado en los Andes este régimen y esta economía. No podía, por ende, haber cancelado sus ideas peculiares sobre la enseñanza.

El pensamiento democrático burgués, deplorando esta herencia, dijo en su discurso sobre las profesiones liberales hace un cuarto de siglo: “las repúblicas andinas debería ser por mil causas económicas y sociales, como han sido los Estados Unidos, tierra de labradores, de colonos, de mineros, de comerciantes, de hombres de trabajo; pero las fatalidades de la historia y la voluntad de los hombres han resuelto otra cosa, convirtiendo al país en centro literario, patria de intelectuales y semillero de burócratas. Pasemos la vista en torno de la sociedad y fijemos la atención en cualquiera familia: será una gran fortuna si logramos hallar entre sus miembros algún agricultor, comerciante, industrial o marino; pero es indudable que habrá en ella algún abogado o médico, militar o empleado, magistrado o político, profesor o literato, periodista o poeta. Somos un pueblo donde ha entrado la manía de las naciones viejas y decadentes, la enfermedad de hablar y de escribir y no de obrar, de ‘agitar palabras y no cosas’, dolencia lamentable que constituye un signo de laxitud y de flaqueza. Casi todos miramos con horror las profesiones activas que exigen voluntad enérgica y espíritu de lucha, porque no queremos combatir, sufrir, arriesgar y abrirnos paso por nosotros mismos hacia el bienestar y la independencia. ¡Qué pocos se deciden a soterrarse en la montaña, a vivir en las punas, a recorrer nuestros mares, a explorar nuestros ríos, a irrigar nuestros campos, a aprovechar los tesoros de nuestras minas! Hasta las manufacturas y el comercio, con sus riesgos y preocupaciones, nos atemorizan, y en cambio contemplamos engrosar año por año la multitud de los que anhelan a todo precio la tranquilidad, la seguridad, el semirreposo de los empleos públicos y las profesiones literarias. En ello somos estimulados, empujados por la sociedad entera. Todas las preferencias de los padres de familia son para los abogados, los doctores, los oficinistas, los literatos y los maestros. Así es que el saber se halla triunfante, la palabra y la pluma están en su edad de oro, y si el mal no es corregido pronto, los países de los andes va a ser la tierra prometida de los funcionarios y de los letrados”.

España fue y es una nación rezagada en el proceso capitalista. Hasta inicios del siglo XX, España no había podido emanciparse del Medioevo. Mientras en Europa Central y Oriental, habían sido abatidos como consecuencia de la guerra los últimos bastiones de la feudalidad, en España se mantenía todavía en pie, defendidos por la monarquía. Quienes ahondan en la historia de España, descubren que a este país le ha faltado una cumplida revolución liberal y burguesa. En España el tercer estado no ha logrado nunca una victoria definitiva.

El capitalismo aparece cada vez más netamente como un fenómeno consustancial y solidario con el liberalismo y con el protestantismo. Se constata que los pueblos en los cuales el capitalismo –industrialismo y maquinismo– ha alcanzado todo su desarrollo, son los pueblos anglosajones –liberales y protestantes. Sólo en estos países la civilización capitalista se ha desarrollado plenamente.

España es entre las naciones latinas la que menos supo adaptarse al capitalismo y al liberalismo. La famosa decadencia española, a la cual exegetas románticos atribuyen los más diversos y extraños orígenes, consiste simplemente en esta incapacidad. El clamor por la europeización de España ha sido un clamor por su asimilación a la Europa demoburguesa y capitalista.

Lógicamente, las colonias formadas por España en América tenían que resentirse de la misma debilidad. Se explica perfectamente el que las colonias de Inglaterra, nación destinada a la hegemonía en la edad capitalista, recibiesen los fermentos y las energías espirituales y materiales de un apogeo, mientras las colonias de España, nación encadenada a la tradición de la edad aristocrática, recibían los gérmenes y las taras de una decadencia.

El español trajo a la empresa de la colonización de América su espíritu medioeval. Fue sólo un conquistador; no fue realmente un colonizador. Cuando España terminó de mandarnos conquistadores, empezó a mandarnos únicamente virreyes, clérigos y doctores.

Se piensa ahora que España experimentó su revolución burguesa en América. Su clase liberal y burguesa, sofocada en la metrópoli, se organizó en las colonias. La revolución española por esto se cumplió en las colonias y no en la metrópoli.

En el proceso histórico abierto por esta revolución, les tocó en consecuencia la mejor parte a los países donde los elementos de esa clase liberal y burguesa y de una economía congruente, eran más vitales y sólidos. En los Andes eran demasiado incipientes. Aquí, sobre los residuos dispersos, sobre los materiales disueltos de la economía y la sociedad inkaicas, el Virreinato había edificado un régimen aristocrático y feudal que reproducía, con sus vicios y sin sus raíces, el de la decaída metrópoli.

“La América –escribía los demoburguéses–, no era colonia de trabajo y poblamiento sino de explotación. Los colonos españoles venían a buscar la riqueza fácil, ya formada, descubierta, que se obtiene sin la doble pena del trabajo y el ahorro, esa riqueza que es la apetecida por el aventurero, por el noble, por el soldado, por el soberano. Y en fin, ¿para qué trabajar si no era necesario? ¿No estaban allí los indios? ¿No eran numerosos, mansos, diligentes, sobrios, acostumbrados a la tierra y al clima? Ahora bien, el indio siervo produjo al rico ocioso y dilapidador. Pero lo peor de todo fue que una fuerte asociación de ideas se estableció entre el trabajo y la servidumbre, porque de hecho no había trabajador que no fuera siervo. Un instinto, una repugnancia natural manchó toda labor pacífica y se llegó a pensar que trabajar era malo y deshonroso. Este instinto nos ha sido legado por nuestros abuelos como herencia orgánica. Tenemos, pues, por raza y nacimiento, el desdén al trabajo, el amor a la adquisición del dinero sin esfuerzo propio, la afición a la ociosidad agradable, el gusto a las fiestas y la tendencia al derroche”.

Los Estados Unidos, son la obra del pioneer, el puritano y el judío, espíritus poseídos de una poderosa voluntad de potencia y orientados además hacia fines utilitarios y prácticos. En los Andes se estableció, en cambio, una raza que en su propio suelo no pudo ser más que una raza indolente y soñadora, pésimamente dotada para las empresas del industrialismo y del capitalismo. Los descendientes de esta raza, por otra parte, más que sus virtudes heredaron sus defectos.

Esta tesis de la deficiencia de la raza española para liberarse del Medioevo y adaptarse a un siglo liberal y capitalista resulta cada día más corroborada por la interpretación científica de la historia. Entre nosotros, demasiado inclinados siempre a un idealismo ramplón en la historiografía, se afirma ahora un criterio realista, a este respecto se escribe lo que sigue: “¿Cuál fue el contingente de energías que dio a los Andes la nueva raza? La sicología del pueblo español del siglo XVI no era la más apropiada para el desenvolvimiento económico de una tierra abrupta e inexplorada. Pueblo guerrero y caballeresco, que acababa de salir de ocho siglos de lucha por la reconquista de su suelo y que se hallaba en pleno proceso de unificación política, carecía en el siglo XVI de las virtudes económicas, especialmente de la constancia para el trabajo y del espíritu del ahorro. Sus prejuicios nobiliarios y sus aficiones burocráticas le alejaban de los campos y de las industrias por juzgarlas ocupaciones de esclavos y villanos. La mayor parte de los conquistadores y descubridores del siglo XVI, era gente desvalida; pero no les inspiraba el móvil de encontrar una tierra libre y rica para prosperar en ella con su esfuerzo paciente; guiábalos sólo la codicia de riquezas fáciles y fabulosas y el espíritu de aventura para alcanzar gloria y poderío. Y si al lado de esta masa ignorante y aventurera, venían algunos hombres de mayor cultura y valía, impulsaba a éstos la fe religiosa y el propósito de catequizar a los naturales”.

La República, que heredó del Virreinato, esto es, de un régimen feudal y aristocrático, sus instituciones y métodos de instrucción pública, buscó en Francia los modelos de la reforma de la enseñanza tan luego como, esbozada la organización de una economía y una clase capitalista, la gestión del nuevo Estado adquirió cierto impulso progresista y cierta aptitud ordenadora.

De este modo, a los vicios originales de la herencia española se añadieron los defectos de la influencia francesa que, en vez de venir a atenuar y corregir el concepto literario y retórico de la enseñanza trasmitido a la República por el Virreinato, vino más bien a acentuarlo y complicarlo.

La civilización capitalista no ha había logrado en Francia, como en Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, un cabal desarrollo, entre otras razones, por lo inadecuado del sistema educacional francés. Todavía no habíase resuelto en esa nación –de la cual habíamos copiado anacrónicamente tantas cosas–, problemas fundamentales como el de la escuela única primaria y el de la enseñanza técnica.

Esta era la situación de la enseñanza en la nación de la cual, con desorientación deplorable hemos importado métodos y textos durante largos años. Le debemos este desacierto a la aristocracia virreinal que, disfrazada de burguesía republicana, ha mantenido en la República los fueros y los principios de orden colonial. Esta clase quiso para sus hijos, ya que no la educación acremente dogmática de los colegios reales de la Metrópoli, la educación elegantemente conservadora de los colegios jesuitas de la Francia de la restauración.

Pero su ciclo ha concluido con la adopción de modelos norteamericanos que caracteriza las últimas reformas. Su balance, pues, puede ser hecho. Ya sabemos por anticipado que arroja un pasivo enorme. Hay que poner en su cuenta la responsabilidad del predominio de las profesiones liberales. Impotente para preparar una clase dirigente apta y sana, la enseñanza ha tenido en los Andes, para un criterio rigurosamente histórico el vicio fundamental de su incongruencia con las necesidades de la evolución de la economía nacional y de su olvido de la existencia del factor indígena. Vale decir, el mismo vicio que encontramos en casi todo proceso político de la República.

El período de reorganización económica de los países del ande sobre bases liberales, trajo un período de revisión del régimen y métodos de la enseñanza. Recomenzaba el trabajo de formación de una economía capitalista y, por tanto, se planteaba el problema de adaptar gradualmente la instrucción pública a las necesidades de esta economía en desenvolvimiento.

Con la fundación de la Escuela Normal de Preceptores se preparó el cimiento de la escuela primaria pública o, mejor, popular, que hasta entonces no era sino rutinarismo y diletantismo criollos. Con el restablecimiento de la Escuela de Artes y Oficios se diseñó una ruta en orden a la enseñanza técnica.

Este período se caracteriza en la historia de la instrucción pública por su progresiva orientación hacia el modelo anglosajón. Pero, el régimen liberal no supo ni pudo dar una dirección segura a su política educacional. Sus intelectuales, educados en un gárrulo e hinchado verbalismo o en un erudiccionismo linfático y académico, no tenían sino una mediocre habilidad de tinterillos. Sus caciques o capataces, cuando se elevaban sobre el nivel mental de un mero traficante de esclavos y caña de azúcar, permanecían demasiado adheridos a los más caducos prejuicios aristocráticos.

El pensamiento demoburgués, aparece desde 1900 como el preconizador de una reforma coherente con el embrionario desarrollo capitalista de los países de los andes. Su discurso sobre las profesiones liberales, fue la primera requisitoria eficaz contra el concepto literario y aristocrático de la enseñanza trasmitido a la República por el Virreinato. Ese discurso condenaba al gaseoso y arcaico idealismo extranjero que hasta entonces había prevalecido en la enseñanza pública –reducida a la educación de los jóvenes “decentes”–, en el nombre de una concepción francamente materialista, o sea capitalista, del progreso. Y concluía con la aserción de que era “urgente rehacer el sistema de nuestra educación en forma tal que produzca pocos diplomados y literatos y en cambio eduque hombres útiles, creadores de riqueza”.

“Los grandes pueblos europeos –agregaba–, reforman hoy sus planes de instrucción adoptando generalmente el tipo de la educación yanqui, porque comprenden que las necesidades de la época exigen ante todo, hombres de empresa, y no literatos ni eruditos, y porque todos esos pueblos se hallan empeñados más o menos en la gran obra humana de extender a todas partes su comercio, su civilización y su raza. Así también nosotros, siguiendo el ejemplo de las grandes naciones de Europa, debemos enmendar el equivocado rumbo que hemos dado a la educación nacional, a fin de producir hombres prácticos, industriosos y enérgicos, porque ellos son los que necesita la Patria para hacerse rica y por lo mismo fuerte”.

La reforma de la segunda década del siglo XX señala la victoria de la orientación preconizada y, por tanto, el predominio de la influencia norteamericana. La importación del método norteamericano no se explica, fundamentalmente, por el cansancio del verbalismo latinista, sino por el impulso espiritual que determinaban la afirmación y el crecimiento de una economía capitalista. Este proceso histórico –que en el plano político produjo la caída de la oligarquía representativa de la casta feudal a causa de su ineptitud para devenir clase capitalista–, en el plano educacional impuso la definitiva adopción de una reforma pedagógica inspirada en el ejemplo de la nación de más próspero desarrollo industrial.

Pero, la ejecución de un programa demoliberal, resultaba en la práctica entrabada y saboteada por la subsistencia de un régimen de feudalidad en la mayor parte de los andes. No es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su superestructura política. En un pueblo que cumple conscientemente su proceso histórico, la reorganización de la enseñanza tiene que estar dirigida por sus propios hombres. La intervención de especialistas extranjeros no puede rebasar los límites de una colaboración. Por estas razones, fracasó el experimento de la misión norteamericana. Por estas razones, sobre todo, la nueva ley orgánica quedó más bien como un programa teórico, que como una pauta de acción.

A los que en este debate ocupamos una posición ideológica revolucionaria, nos toca constatar, ante todo, que la quiebra de la reforma demoburguesa, no depende de ambición excesiva ni de idealismo ultramoderno de sus postulados. Bajo muchos aspectos, esa reforma se presenta restringida en su aspiración y conservadora en su alcance. Mantiene en la enseñanza, sin la menor atenuación sustancial, todos los privilegios de clase y de fortuna.

LA UNIVERSIDAD

El régimen económico y político determinado por el predominio de las aristocracias coloniales –que en algunos países hispanoamericanos subsistía todavía aunque en irreparable y progresiva disolución– había colocado por mucho tiempo las universidades de la América Latina bajo la tutela de estas oligarquías y de su clientela. Convertida la enseñanza universitaria en un privilegio del dinero, si no de la casta, por lo menos de una categoría social absolutamente ligada a los intereses de uno y otra, las universidades han tenido una tendencia inevitable a la burocratización académica. Era éste un destino al cual no podía escapar ni aun bajo la influencia episódica de alguna personalidad de excepción.

El objeto de las universidades parecía ser, principalmente, el de proveer de doctores o rábulas a la clase dominante. El incipiente desarrollo, el mísero radio de la instrucción pública, cerraban los grados superiores de la enseñanza a las clases pobres. (La misma enseñanza elemental no llegaba –como no llega ahora– sino a una parte del pueblo). Las universidades, acaparadas intelectual y materialmente por una casta generalmente desprovista de impulso creador, no podían aspirar siquiera a una función más alta de formación y selección de capacidades. Su burocratización las conducía, de un modo fatal, al empobrecimiento espiritual y científico. Este no era un fenómeno exclusivo ni peculiar en los Andes. Entre nosotros se ha prolongado más por la supervivencia obstinada de una estructura económica semifeudal. Pero, aun en los países que más prontamente se han industrializado y democratizado, como la República Argentina, a la Universidad es a donde ha arribado más tarde esa corriente de progreso y transformación.

LA ESCUELA DEL TRABAJO

El destino del hombre es la creación. Y el trabajo es creación, vale decir liberación. El hombre se realiza en su trabajo. Debemos al esclavizamiento del hombre por la máquina y a la destrucción de los oficios por el industrialismo, la deformación del trabajo en sus fines y en su esencia. La requisitoria de los reformadores, desde John Ruskin hasta Rabindranath Tagore, reprocha vehementemente al capitalismo, el empleo embrutecedor de la máquina. El maquinismo, y sobre todo el taylorismo, han hecho odioso el trabajo. Pero sólo porque lo han degradado y rebajado, despojándolo de su virtud de creación.

“La grandeza del hombre se reduce a hacer bien su oficio. El viejo amor al oficio, malgrado la sociedad, es la salud social. La habilidad de las manos del hombre no carece nunca de orgullo, ni siquiera en las labores más bajas. Si el desdén del trabajo existiera en cada uno, como lo sienten las gentes de manos blancas y si los obreros no continuasen en su oficio más que por coacción, sin encontrar en su obra ninguna complacencia del espíritu, la haraganería y la corrupción aniquilarían al pueblo desesperado”.

Tiene que ser éste también el principio que adopte una sociedad heredera del espíritu y la tradición de la sociedad inkaica en la que el ocio era un crimen y el trabajo, cumplido amorosamente, la más alta virtud. El arcaico pensamiento feudal, descartado de su ideología hasta por nuestra burguesía pávida y desorientada, desciende en cambio, en línea recta, de esa sociedad virreinal de una sociedad de sensual molicie.

No sólo su concepto del trabajo denuncia el sentimiento aristocrático y reaccionario del pensamiento feudal y precisa su posición ideológica en el debate de la instrucción pública. Son, ante todo, sus conceptos fundamentales de la enseñanza los que definen su tesis como una tesis de inspiración feudalista.

No se preocupaba casi sino de la educación de las clases elevadas o dirigentes. Todo el problema de la educación nacional residía para él en la educación de la élite. Y, por supuesto, esta élite no era otra que la del privilegio hereditario. Por consiguiente, todos sus desvelos, todas sus premuras estaban dedicadas a la enseñanza universitaria.

Ninguna actitud puede ser más contraria y adversa que ésta al pensamiento educacional moderno. Desde puntos de vista ortodoxamente burgueses, se oponía con razón, el ejemplo de los Estados Unidos, recordando que “la escuela primaria fue allí la premisa y antecedente histórico de la secundaria; y el college, el precursor de la Universidad”.

“No se piensa en la cultura reinante, en la época del capital disfrazado de liberalismo, cultura de diletantes exclusivistas, huerto cerrado donde se cultivan flores artificiales, torre de marfil donde se guardaba la ciencia muerta en los museos. Se piensa en la cultura social, ofrecida y dada realmente a todos y fundada en el trabajo: aprender es no sólo aprender a conocer sino igualmente aprender a hacer. No debe haber alta cultura, porque será falsa y efímera, donde no haya cultura popular”.

El problema de la enseñanza no puede ser bien comprendido en nuestro tiempo, si no es considerado un problema económico y como un problema social. El error de muchos reformadores ha estado en su método abstractamente idealista, en su doctrina exclusivamente pedagógica.

Sus proyectos han ignorado el íntimo engranaje que hay entre la economía y la enseñanza y han pretendido modificar ésta, sin conocer las leyes de aquélla. Por ende, no han acertado a reformar nada sino en la medida que las menospreciadas, o simplemente ignoradas leyes económico-sociales, les han consentido. El debate entre clásicos y modernos en la enseñanza no ha estado menos regido por el ritmo del desarrollo capitalista que el debate entre conservadores y liberales en la política. Los programas y los sistemas de educación pública, en la edad que ahora declina, han dependido de los intereses de la economía burguesa. La orientación realista o moderna ha sido impuesta, ante todo, por las necesidades del industrialismo.

No en balde el industrialismo es el fenómeno peculiar y sustantivo de esta civilización que, dominada por sus consecuencias, reclama de la escuela más técnicos que ideólogos y más ingenieros que rectores.

La orientación anticientífica y antieconómica, en el debate de la enseñanza, pretende representar un idealismo superior; pero se trata de una metafísica de reaccionarios, opuesta y extraña a la dirección de la historia y que, por consiguiente, carece de todo valor concreto como fuerza de renovación y elevación humanas. Los abogados y literatos procedentes de las aulas de humanidades, preparados por una enseñanza retórica, pseudoidealista, han sido siempre mucho más inmorales que los técnicos provenientes de las facultades e institutos de ciencias. Y la actividad práctica y teorética o estética de estos últimos ha seguido el rumbo de la economía y de la civilización mientras que la actividad práctica, teorética o estética de los primeros lo ha contrastado frecuentemente al influjo de los más vulgares intereses o sentimientos conservadores.

Esto aparte de que el valor de la ciencia como estímulo de la especulación filosófica no puede ser desconocido ni subestimado. La atmósfera de ideas de esta civilización debe a la ciencia mucho más seguramente que a las humanidades.

La solidaridad de la economía y la educación se revela concretamente en las ideas de los educadores que verdaderamente se han propuesto renovar la escuela, que han trabajado realmente por una renovación, han tenido en cuenta que la sociedad moderna tiende a ser, fundamentalmente, una sociedad de productores. La Escuela del Trabajo representa un sentido nuevo de la enseñanza, un principio peculiar de una civilización de trabajadores. El Estado capitalista se ha guardado de adoptarlo y actuarlo plenamente. Se ha limitado a incorporar en la enseñanza primaria (enseñanza de clase) el “trabajo manual educativo”.

Ha sido en Rusia donde la Escuela del Trabajo ha sido elevada al primer plano en la política educacional. En Alemania la tendencia a ensayarla se ha apoyado principalmente en el predominio social-democrático de la época de la revolución. Y la reforma más sustancial ha brotado así en el campo de la enseñanza primaria, mientras que, dominadas por el espíritu conservador de sus rectores, la enseñanza secundaria y la universitaria, constituyen aún un terreno poco propicio a todo intento de renovación radical y poco sensible a la nueva realidad económica.

Un concepto moderno de la escuela coloca en la misma categoría el trabajo manual y el trabajo intelectual. La vanidad de los rancios humanistas, alimentada de romanismo y aristocratismo, no puede avenirse con esta nivelación. En oposición al ideario de estos hombres de letras, la Escuela del Trabajo es un producto genuino, una concepción fundamental de una civilización creada por el trabajo y para el trabajo.

Con el nacimiento de una corriente socialista y la aparición de una conciencia de clase en el proletariado urbano, interviene ahora en el debate un factor nuevo que modifica sustancialmente sus términos. La fundación de las universidades populares, la adhesión de la juventud universitaria al principio de la socialización de la cultura, el ascendiente de un nuevo ideario educacional sobre los maestros, etc., interrumpen definitivamente el erudito y académico diálogo entre el espíritu demo-liberal-burgués y el espíritu latifundista y aristocrático.

El balance de la primera centuria de la República se cerraba, en orden a la educación pública, con un enorme pasivo. El problema del analfabetismo indígena estaba casi intacto. El Estado no conseguía hasta entonces difundir la escuela en todo el territorio de la república. La desproporción entre sus medios y el tamaño de la empresa, era enorme.

La carrera de maestros de primera enseñanza, estaba sujeta todavía a los vejámenes y las contaminaciones del gamonalismo y el caciquismo más estólidos y prepotentes, era una carrera de miseria. No les estaba asegurada a los maestros una estabilidad siquiera relativa. La queja de un representante al congreso, acostumbrado a encontrar a los maestros en su sumiso séquito de capituleros, pesa en el criterio oficial más que la foja de servicios de un maestro recto y digno.

El problema del analfabetismo del indio resultaba ser, en fin, un problema mucho mayor, que desbordaba del restringido marco de un plan meramente pedagógico. Cada día se comprobaba más que alfabetizar no era educar. La escuela elemental no redimía moral y socialmente al indio. El primer paso real hacia su redención, tenía que ser abolir su servidumbre. Esta es la tesis que sostenían en los Andes los autores de una renovación.

21 de octubre del 2009

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lunes, 27 de septiembre de 2010

DEBATE SOBRE LA RESTRUCTURACION DE LA EIB


RESUMEN Y ANALISIS CRÍTICO
DE UN DEBATE SOBRE LA RESTRUCTURACION DE LA EIB
DIMENSIÓN HISTÓRICA DE LA EIB
La lucha por el reconocimiento de la educación indígena, nace de manera consustancial con la lucha en contra del colonialismo y del feudalismo de los españoles primero y luego de los criollos y posteriormente de la burguesía blanca mestiza. Que a lo largo de la invasión, la colonia y la república, han mantenido de manera abierta, despótica y sutil la dominación y la exclusión de millones de indígenas, en especial en la región andina.
Sin embargo de ello la inicial reivindicación de una educación indígena en lengua propia, no era y en principio no es, la respuesta radical al atraso cultural en que se le ha sumido a las naciones y pueblos indígenas. La respuesta radical está en la lucha por el poder político en función de la recuperación de la tierra y la economía comunitaria, como base material para la reconstitución y reflorecimiento de la identidad, la cultura, la ciencia y la filosofía indígena.
Ello no obsta para reconocer, como excepción, que ciertos pueblos indígenas hayan alcanzado altos niveles de desarrollo cultural y social, incluso en medio de regímenes coloniales y feudales. Tal por ejemplo el caso del pueblo Otavalo, y de un sinnúmero de intelectuales indígenas, que superando la pobreza, la exclusión y el racismo han dado muestras a lo largo de la historia de diferentes pueblos de su capacidad intelectual, de su capacidad científica, y visión histórica.
Desde este punto de vista, tanto al interior del movimiento indígena y más aún en las faltriqueras del naciente poder burgués, se hubo de conceptualizar una solución del “problema indígena” en base al acceso a la educación… en mucho este planteamiento tenía graves rasgos de racismo, pues en la mentalidad del criollo y del blanco mestizo, el indio es ignorante y según ellos ese es su peor mal, y para ello pues el único remedio es la educación, al inicio desplegada fundamentalmente hacia su occidentalización.
Posteriormente al fracaso de esta propuesta, y al avance de los tiempos, en los cuales se matiza fuertemente la reivindicación de una educación en lengua propia; las grandes agencias mundiales del poder, ven posible y factible hacer una educación indígena en lengua propia pero orientada a los mismos fines de lograr una mayor y más rápida asimilación de los pueblos indígenas y sus culturas al sistema y cultura capitalista occidental.
Por ello no es gratuito que una de las mayores agencias de penetración ideológica y política del Occidente – la GTZ, se haya encargado en toda la región andina de propiciar este tipo de educación, de hecho hubieron desde el inicio intelectuales indígenas, que consideraban se debía remarcar que el sistema que se estaba creando era un sistema de educación indígena intercultural bilingüe; pero esta particularidad que se reflejaría en un texto de carácter histórico “Ñukanchik Yachay” de Luis Montaluisa en el que se denomina Educación Indígena Intercultural Bilingüe – EIIB y en la que igualmente se traslucen los ejes centrales del proyecto político indígena, pero esto para nada estaba en los planes de la GTZ, y aquí empieza el largo camino de concesiones, en la necesidad de acoplarse al Estado y a los organismos de gobierno mundial, en la necesidad de salir adelante con la reivindicación propuesta; así nace la EIB, mutilada y bajo la rectoría de la GTZ y del MEC.
Y cuál es en definitiva la rectoría que se inserta en la misma concepción de la EIB y más aún en los estratos burocráticos del Ministerio, traspasar en lenguas originarias los contenidos ideológicos y culturales del sistema dominante camuflados y/o asociados a los llamados contenidos científicos. Este proceso en los prácticamente 20 años de existencia de la EIB, no ha cesado de darse, se ha morigerado, ha habido grandes avances en la recuperación de la lengua, la cultura y la sabiduría así como la ciencia y la tecnología indígena, pero ha sido mayor el peso de las estructuras oficiales, de la occidentalización forzosa de una inmensa población indígena, vía escuela hispana o por la presión social y económica de la economía capitalista. (no es gratuito que uno de los centros nacionales al cual se encarga de inicio la formulación de un pensum y materiales didácticos sea el CIEI de la U. Católica, que luego continuará en el centro MACAC y que hasta la actualidad mediante convenio con la misma DINEIB, se dice lleva prácticamente el 50% de su presupuesto en calidad de asesoría).
De igual manera el MOSEIB con amplias aperturas a la participación de las comunidades, padres de familia, profesores y estudiantes en el quehacer educativo, así como con una mejor proyección pedagógica y didáctica; no deja de ser un modelo de aula; en los cuales la educación en el trabajo y de carácter poli-técnica, no es ni siquiera una meta a alcanzarse.
En este acoplarse a la institucionalidad del Estado y abrirse a las ONGs internacionales, prácticamente la DINEIB, se mantuvo ausente de los grandes levantamientos del movimiento indígena liderado por la CONAIE. Pues de manera obligada o por el propio compromiso institucional con el MEC, la Dineib era la gran ausente en estas jornadas, así como permanente era la crítica de la dirigencia indígena sobre este ausentismo y los niveles de burocratismo que se veía ya aflorar en esta instancia, que seguía reclamándose para el proyecto político de los pueblos indígenas.
Pero igualmente, este proyecto político que en un inicio es para el conjunto del movimiento indígena, desde las instancias burocráticas y los espacios de poder estatal conseguidos, lentamente termina corporativizado únicamente en la CONAIE, y en el cual no hay ya cabida para sectores indígenas agrupados en otras organizaciones indígenas y campesinas, ya que supuestamente estas no había adherido al proyecto político de la CONAIE, y de esta manera se justificaba su exclusión de estas entidades, que de hecho fueron y son en mucho el esfuerzo y la lucha de la CONAIE.
Esto consideramos es el mayor costo que ha debido sufrir el movimiento indígena en su acercamiento al poder del Estado, haber perdido la hegemonía sobre un vasto movimiento indígena por la disputa de los espacios de poder. Pero este paso, igualmente llevaría a las altas cúpulas de funcionarios, con honradas excepciones, a embarcarse en la práctica burocrática de las entidades del estado burgués enfeudado, esto es la manipulación del poder en beneficio de grupos y personas, las prácticas clientelares, la formación de argollas y grupos de interés, el clientelismo, la apropiación y desviación de recursos, el ocultamiento de los errores, los compromisos políticos sin principio, manipulación, sometimiento o exclusión, en definitiva niveles de corrupción y abandono de los principios que llevan a la degradación moral e intelectual.
En este proceso ha habido igualmente fervientes mandos medios y una amplia base de profesores y líderes comunitarios que en diferentes momentos han tratado de revertir estas condiciones y que a veces lo han logrado estableciendo modelos y paradigmas de una vocación de servicio y entrega a la causa noble de la educación y enseñanza de la niñez y la juventud indígena y campesina.
Pero el peso del sistema ha sido mayor; e, igualmente ha conspirado en estas buenos deseos y acciones, la pérfida injerencia de las grandes agencias llamadas de desarrollo, pero que encubren manifiestamente un solo y gran proyecto político que es el de mantener las condiciones de dominación y explotación de los pueblos del tercer mundo; y, de esta manera estas agencias provistas con el rótulo de la cooperación humanitaria, del desarrollo sostenible o de apoyo técnico, y sus brazos ejecutores en el ámbito educativo, en forma de institutos y universidades, han mantenido las condiciones de oscurantismo e ignorancia, disfrazadas como ciencia, o simplemente han cumplido el papel de desviar la conciencia insurgente del movimiento indígena; o, como bien lo dice un compañero, “la reproducción de los esquemas mentales y marañas intelectuales de la educación colonizante occidental”.
Para ello igualmente, ante la ausencia de profesionales indígenas que se dedicasen a la docencia, ha estado a mano una gran cantidad de profesores de origen blanco – mestizo, que igualmente han sido agentes conscientes o inconscientes de esta labor de aculturación que ha venido de mano de la ayuda externa. En este proceso igualmente ha pesado la ausencia de una verdadera alternativa de educación superior indígena, que igualmente fue parte de una disputa de poder entre la estructura de la DINEIB, el ICCI y la dirección de la CONAIE; en medio de lo cual fehacientemente se marcó que mucha de la dirigencia indígena se jugaba una estrategia de poder sobre la base de grupos de interés y presión, por sobre las necesidades y reclamaciones de un proyecto estratégico.
BALANCE DE LA SITUACION ACTUAL
En base del análisis anterior, la estructura de la DINEIB se había separado del movimiento indígena y había sido absorbida en mucho por el modelo burocrático del Estado, que a pesar de los reconocimientos jurídicos y legales de autonomía, por coacciones extralegales y para-institucionales, había sometido en mucho a la EIB a sus propias formas y contenidos. Para mencionar sólo un ejemplo, craso es el tratamiento de la historia en los Kukayos, ahí más que la enseñanza de la historia es la misma historiografía a la cual nos ha tenido acostumbrados el sistema oficial de educación hispana; y es que a pesar, de unos cuantos acercamientos a la verdadera historia de sometimiento y dominación y a la vez rebelión de los pueblos indígenas, esa historia es una versión más de los mismos colonizadores. Entonces no ha sido necesaria la rectoría del Ministerio de Educación, para que el colonialismo en la mismas EIB haya mantenido en mucho su vigencia.
Esta debilidad institucional de la DINEIB, ha debido sortearse con “estrategias de sobrevivencia” en las cuales se han llegado a compromisos y acuerdos de diverso tipo, en un inicio habíamos dicho con el afán de avanzar en uno de los logros por los que generaciones hubieron de luchar, pero más luego como que estos acuerdos y compromisos con el sistema, se van dando sobre la base del acomodo y bienestar personal y de pequeños grupos dirigenciales; y, de ahí que el legítimo, continuo pero sordo reclamo de los centros educativos, al ver el fastuosismo de una burocracia encumbrada, por sobre las necesidades apremiantes que demanda el verdadero proceso educativo. De ahí que ese haya sido uno de los más fuertes argumentos para el recambio que al momento se vive en la DINEIB.
Pero es en este contexto que el factor político igualmente debe ser analizado; esto es los procesos y proyectos políticos del movimiento indígena, que terminaron confluyendo en la formación del Pachakutik como un brazo puramente electoral del movimiento indígena y los llamados movimientos sociales, lo que rompió con la posibilidad de un comando conjunto unificado de los pueblos indígenas para ir a una proyecto político estratégico. Sin esta cabeza y concentración de fuerzas políticas, el gremialismo, el corporativismos y el economicismo han campeado, incluso en medio de las más altas acciones de lucha que han enrumbado los pueblos indígenas, como han sido los levantamientos en toda la década de los 90.
De esta manera los iniciales grandes logros en el ámbito electoral a nivel nacional han terminado circunscritos a espacios locales de poder; pero igualmente el costo político conexo ha llevado a que sinnúmero de instancias y líderes vean en el juego electoral las posibilidades de ascenso social personal y grupal; y o la posibilidad de amplios cabildeos y acuerdos entre diferentes fracciones del poder hegemónico de las clases burguesas.
De esta manera, tanto en el transcurso de los levantamientos, cuanto en el transcurso de los procesos electorales, se dieron muchas negociaciones, que en algo terminaron favoreciendo el avance de la institucionalidad indígena; pero que igualmente consolidaron escenarios de poder en manos de personas y grupos, que cada vez más se distanciaban del centro y los fines de la acción de lucha y peor aún de los motivos y razones de la participación política. En este escenario la alianza con Lucio Gutiérrez no constituyó más que el culmen de una serie de prácticas oportunistas que se habían venido dando a lo largo de la década; y, que ha llevado a la prácticamente liquidación del movimiento Pachakutik.
En estas condiciones de debilidad orgánica y política, tanto de las expresiones organizativas cuanto institucionales del movimiento indígena, surge la tentadora oferta de un binomio presidencial con Correa, en ese entonces el empuje de la candidatura de Correa era evidente, la presencia de Acosta al interior de Alianza País era igualmente un buen soporte; pero o bien sabiendo que había “el riesgo de ganar” y que pudiese pasar igual que ocurrió con Lucio, o bien premunidos de una supuesta posibilidad de ganar con la candidatura de Luis Macas, la dirigencia indígena se lanza a presentar candidatos propios, no sin antes confrontar ya el supuesto intento de división del movimiento por parte de APAIS. De hecho la participación de Luis Macas es rescatable, de hecho con un discurso radical, pero la arrolladora campaña de Correa, rompe con todas las expectativas.
Posteriormente, bien sea por el ensoberbecimiento de Correa, o la miopía de la dirección de la CONAIE, la participación en la segunda vuelta es escasa y se vuelven a presentar tensionamientos con la candidatura de Correa. Una vez proclamado Presidente, las condiciones de negociación se vuelven cada vez más difíciles, por un lado por el cerco de las fuerzas más de centro del movimiento PAIS que consideran innecesario o poco relevante la presencia de los movimientos sociales e indígenas en la llamada revolución ciudadana.
A pesar de ello la CONAIE moviliza sus base en apoyo a la propuesta Constituyente, deja sentir su peso en el escenario nacional; el ECUARUNARI intenta acercamientos con el gobierno, fundamentalmente haciendo pivote a Alberto Acosta, de su lado Pachakutik intenta hacerse con 15 Subsecretarias a cambio de su apoyo político, lo cual fracasa estrepitosamente.
Pero una vez, electo Marlon Santi a la dirigencia de la CONAIE, este empieza una estrategia de confrontación con el Gobierno, en su inexperiencia y en su débil visión política, considera posible arrinconar al gobierno y obligarlo a negociar a la fuerza, como había sucedido en la década pasada. Para ello grupos oportunistas de los llamados movimientos sociales y sus vertientes ecologistas copan el discursos ideológico y político de la CONAIE, y radicalizan aún más la confrontación con el gobierno; en un extremo intento de doblar la mano al gobierno, y en el contexto de la agitación provocada por la ley minera, la CONAIE compactando el apoyo de los grupos minoritarios antes citados y de gran parte de la institucionalidad indígena, se lanza a una movilización nacional que se plantea escalarla a levantamiento. La respuesta de las bases indígenas deja mucho que desear y las acciones deben dejarse en las 24 horas.
Esta medición de fuerzas da alas a los sectores más radicales del gobierno que consideran es el momento de contrarrestar la fuerza de la dirigencia de la CONAIE, pues netamente esta ha pasado al campo de la oposición; y, es así que al día siguiente el Codenpe se queda sin piso. Y aquí comentario aparte la burocracia de las instituciones indígenas, acostumbrada y acomodada a los vicios burocráticos del Estado se queda sin respuesta y sin apoyo de las mismas bases. Sobre este primer acercamiento a la confrontación con la dirigencia de la CONAIE, el gobierno adelanta a sus fichas, que tiempo atrás las tiene ubicadas en la llamada Subsecretaría de Dialogo Intercultural.
No dudamos de la honestidad y transparencia que en muchos de los casos han sabido demostrar estos funcionarios, pero el juego del poder termina utilizando a sus propios adherentes en situaciones por demás opuestas.
Pero digno es de rescatar y resaltar que este es un gobierno de izquierda, sus logros y acciones a lo largo de estos dos años ha desarrollado una economía más justa, equitativa y soberana, ha recuperado la dignidad del país por fuera de la injerencia norteamericana, y en mucho ha reestructurado la institucionalidad del Estado, desalojando la corruptela y los grupos de poder.
Pero igualmente el actual gobierno tiene un signo de clase: su revolución ciudadana se da sobre una clase media profesional y tecnócrata, que históricamente considera inviable la recuperación de la identidad, peor aún la economía y la política desde la raíz indígena. De ahí que únicamente considere viable una aproximación folclórica a la cultura indígena, y ve como única salida a la inmensa pobreza de los sectores indígenas y campesinos, el desarrollo acelerado de la economía agraria y rural sobre el mejoramiento de la base técnica y tecnológica, de amplios apoyos estatales para programas de irrigación, mejoramiento de semillas, bienestar social, centrados en educación, salud y vivienda; pero para nada o muy poco considera alterar la actual concentración de tierras, pero aún socializar este medio de producción.
Entonces es evidente que las alternativas estratégicas de la llamada revolución ciudadana no son alternativas estratégicas para la revolución proletaria, esto es para el proyecto de revolución socialista de la amplia mayoría de los sectores indígenas que se hallan en situación de pobreza y extrema pobreza, de los pequeños campesinos y de los mismos trabajadores. A pesar de ello, la propuesta de Correa constituye un paso adelante en este mismo proceso; y, de ahí que sólo la miopía, el sectarismo y la mezquindad de una izquierda igualmente pequeño burguesa, haya considerado que este es un gobierno de derecha.
Visto así las cosas, la participación de un sector de la dirigencia indígena en el proyecto político de APAIS, no hace más que responder a un inmenso apoyo de sectores indígenas, que quedó demostrado en la masiva votación rural, mayor incluso que la citadina en las últimas elecciones.
Entonces el recambio en la cúpula de la DINEIB y de otras estructuras institucionales no necesariamente significa la politización en el mal sentido del término, ni tampoco que sus nuevos funcionarios necesariamente deban volverse obsecuentes; al contrario una Subsecretaría de Dialogo Intercultural, que debido al espíritu corporativo que primaba en la anterior Dirección de la DINEIB, había conspirado para su desenvolvimiento; en este momento puede convertirse en un eje para dar cumplimiento a un anhelo de los fuerzas progresistas en el Ecuador, esto es abrir una brecha en el sistema de dominación colonial a partir de procesos formativos de niños y jóvenes bajo un modelo intercultural; planteamiento que para la anterior dirección de la DINEIB en vez de ser considerado un adelanto de las misma EIB, la consideraban una amenaza, pues al volverse todo el sistema de educación, intercultural, el peso institucional de la DINEIB, inevitablemente se relativiza y al contrario los mecanismos de diálogo intercultural alcanzarían la máxima preponderancia . Y ello necesariamente iría de la mano con la formulación de una nueva ciudadanía desde los pueblos indígenas, hasta ahí podría avanzar la revolución ciudadana democrática pequeño – burguesa.
Entonces cuales son las condiciones, los procesos, los tiempos, las reivindicaciones y los escenarios de una revolución proletaria en general y de una revolución indígena y campesina en particular?
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Cuenca, 02 de marzo del 2009

domingo, 19 de septiembre de 2010

INVESTIGACION Y SISTEMATIZACION DEL DERECHO Y ADMINISTRACION DE JUSTICIA INDIGENA


INVESTIGACION Y SISTEMATIZACION
DEL DERECHO Y
ADMINISTRACION DE JUSTICIA INDIGENA

1. Nos hemos planteado una investigación que tomando como base la filosofía y los valores de los Pueblos Indígenas configure los fundamentos del Derecho Indígena , en la perspectiva de argumentar la juridicidad y basamento del Estado Plurinacional, desde la propia concepción de los pueblos indígenas, porque muchas veces en las propuestas hemos tenido que manejar, sobre todo a nivel de fundamentarnos, desde la visión de la legislación oficial. Una de las tareas a desarrollar o sistematizar es el propio sistema jurídico de los pueblos indígenas, comenzando con las experiencias que se tienen, y mas que las experiencias lo que se hace en derecho desde las propias comunidades indígenas, pero también rescatando la sabiduría de autoridades indígenas que conocen de la materia.

2. Una cosa es la escala de valores desde el Derecho Occidental, en donde a veces decir la verdad es mas bien para ir a parar en la cárcel, mientras que en el Derecho nuestro decir la verdad es mas bien para quedar salvado, quedar absuelto, y mas bien apoyado, y ésto los practicamos en hechos muy grandes o en hechos muy pequeños, a veces de solución de conflictos matrimoniales, de solución de conflictos de tierras, de herencias, a nivel de problemas internos y con esta escala de valores, administramos nosotros justicia,

3. La investigación no está tanto orientada a codificar, sino a compilar las normas indígenas, porque al codificarlo podría haber el peligro de tornarlo estático, y la visión del Derecho Indígena, es dinámica, muy de vital, debiendo mantenerse lo más oral posible incorporando principios escritos que permitan que se la misma dinámica de los acontecimientos los que vayan autogenerando cambios, innovaciones de acuerdo a las propias circunstancias y a órganos legislativos propios.

4. La explicitación de la cosmovisión, de la normatividad, derecho y sistema jurídico originario, es uno de los retos que tiene el Pueblo Indígena, aunado a una cantidad de núcleos ético - míticos, tradiciones y costumbres que permiten regular sus relaciones a lo interno y tambien sus relaciones a lo externo, y; este sistema jurídico ha sido negado por la sociedad nacional, través de sus institucionalidades y de sus cuerpos legales, así por ejemplo la ley de comunas, en vez de reconocer la existencia de una normatividad propia en las comunidades indígenas, las ha negado, entonces los órganos de gobierno y administración de justicia propiamente han sido arrancados brutalmente, y han tenido que refuncionalizarse en la estructura disminuida de los cabildos que señala solamente como facultad, la de administrar los bienes colectivos y alguna otra cosa más, es decir en el fondo nada, pero a pesar de ello los cabildos ha seguido manteniendo las facultades para regular relaciones familiares o de propiedad, de juzgar y sancionar cuando se ha cometido actos ilegales, sentencias y castigos que no han sido reconocidos y más aún han sido perseguidos y sancionadas por el corrupto aparato jurisdiccional del Estado uninacional blanco - mestizo; rompiendo con la cosmovisión indígena y sus órganos gubernamental-jurisdiccionales de mantener el orden interno de la comunidad.

5. La capacidad plena de expresión de la ley, el derecho y la administración de justicia indígena, está situada en el nivel político, esto es en el planteamiento de lograr una sociedad distinta, que tenga una base auténtica de justicia y que esa justicia sea la generadora de la paz y el orden; en donde se determine con claridad la vigencia de un Estado que reconozca los derechos colectivos de las Nacionalidades Indígenas, así como las normas, legislación y administración de justicia de manera autónoma; y el trabajo de investigación planteado sobre toda la legislación indígena, consistirá en el análisis de las normas legales existentes, su obligatoriedad y la compatibilidad con el ordenamiento jurídico nacional.

6. Esta compatibilidad podría establecerse especialmente a partir de las formas, pero en cuanto al principio éstos difieren sustancialmente, por ejemplo el derecho de propiedad desde la cosmovisión blanco - mestiza, es el problema de los títulos que expresan el derecho de dominio, en cambio, en el mundo indígena simplemente hay el derecho de posesión, muere el papá, quedan los hijos, luego mueren estos quedan los nietos, y ahí está, están los linderos, ahí está su derecho y dice esto es nuestro; por ejemplo según el criterio oficial, tierras ancestrales no son propiedad de los Pueblos Indígenas mientras no exista el título, son tierras del Estado.

7. Pero la brutal ingerencia, imposición y despojo que sufrimos los pueblos, a más de desconstituir a las comunidades, también a afectado la credibilidad y valía de nuestras propias leyes y sistemas de administración de justicia, pero el proceso de reconocimiento de derechos colectivos en la Constitución ha hecho que las comunidades revivan leyes ancestrales que eran armónicas, que sujetaban sin ser cohercitivas, que reprendían sin castigar, que aconsejaban y educaban, y que fundamentalmente estaban orientadas a reparar el daño antes que a la imposición de sanciones.

8. En esta iniciativa también estamos considerando el amplio campo de la investigación y sistematización del derecho internacional aprobado en organismos mundiales en relación a los Pueblos Indígenas.

9. En cuanto al procedimiento de justicia misma, cada vez es más visible la quiebra del sistema procedimental, no sólo por los altos niveles de corrupción sino por su alta ineficiencia y eficacia, en donde los gigantescos aparatos burocráticos jurisdiccionales no constituyen sino un gigantesco fraude a los anhelos de justicia de millones de indígenas, así como de millones de mestizos pobres.

10. En el caso de los Pueblos Indígenas, nuestras normas procedimentales van orientados a establecer un proceso de recuperación del individuo que se ha distanciado de las normas comunitarias, estableciendo amonestaciones en privado, amonestaciones públicas, estableciendo a la vez el consejo de personas mayores, abriéndole nuevas oportunidades de trabajo y subsistencia, y en caso de reincidencia, aplicando sanciones graduales como baño de agua y ortiga, ayuno obligatorio, prisión domiciliaria, trabajos extraordinario para la comunidad, multas pecuniarias, en casos medianamente graves fuetizas, colgaduras; y en los casos graves, mutilaciónes (orejas) y/o destierro de la comunidad y en el último caso acercándole lo más posible al filo de la muerte, en la cual se utiliza el agua, esto es botándole a una fosa o a un río, situación en la cual media no solo la decisión de los ejecutores, sino de la fortaleza del mismo individuo y la "decisión" del río o la fuente, siendo de que de este trance sale bien librado, el individuo por lo general se regenera y reingresa con todos los derechos al seno de la comunidad. En el caso de personas ajenas a la comunidad, se ha recurrido a entregarles a las respectivas autoridades luego de aplicarles sanciones propias, y en caso de reincindencias o graves delitos (robo repetido, violación o muerte) se ha procedido a su linchamiento, a través del fuego.

11. Debido a la diversidad de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas, dentro de esta investigación se va apuntar, a encontrar normas generales, similitudes conceptuales, respecto dígase con la tenencia, uso y usufructo de la tierra, o con la forma de de juzgar, los principios de equidad.

12. Un aspecto que vale enfatizarlo y confrontarlo es en lo que tiene que ver con el Derecho y control social, pues esto dentro del mundo y la legislación occidental, realmente no ha tenido eficacia, porque parte desde la individualidad, desde la particularidad, desde el yo, y un yo, no puede proyectar un control social, frente a lo que sea, a nivel ni siquiera del grupo familiar, del grupo social y mas todavía frente a lo que pueda ser el Estado, en cambio dentro de lo que podríamos decir a nivel de Pueblos Indígenas, el control social y el Derecho como parten desde lo colectivo, evidentemente hay sí hay un control social como para destituir dirigencias, control social para juzgar a cuatreros, control social para poner pautas, control social para poner normas, y regir la conducta individual y colectiva de un pueblo, de un lugar, de una comunidad, etc.

13. La pérdida del sistema jurídico de un Pueblo, no solo es la pérdida de parte de su identidad, sino el peligro de la desaparición de un pueblo como tal, porque el pueblo vive por la cultura, por la historia, por todo eso, pero también por su sistema jurídico.

14. La legislación oficial, tiene que tomar en cuenta nuestro sistema jurídico, nuestras filosofías, o concepciones, costumbres, culturas, y el marco internacional del Derecho Indígena.

15. Nuestro sistema de Derecho existe en la práctica, a pesar que no está registrado, pero es más efectivo que el que está publicado, porque es un Derecho con vida, que se acomoda a las circunstancias de cada uno de los lugares, es un Derecho mas real y mas justo, entonces se plantea también la posibilidad de re-estructurar órganos legislatorios, sean en la forma de Parlamentos indígenas, en donde se vendría a legislar y hacer realidad el criterio fundamental del derecho de “darle a cada quien lo que le pertenece” y de “dar a cada quien lo que en verdad necesita”.

16. El Derecho oficial ha sido impuesto como un mecanismo de control, represión y sujeción, en cambio el Derecho indígena es un derecho de conciliación, preventivo, rehabilitatorio; y de ahí la necesidad de reconocimiento diferenciado de los fueros, buscando la manera de legalizar, de legitimar el Derecho indígena. Porque en los 500 años de la aplicación de la justicia invasora, esta sigue teniendo para el alma del Pueblo indio, un sentido externo y no surte efecto. En cambio los castigos que se ponen o la corrección que se hace a un individuo que está faltando, es dictaminado y es testificado por la comunidad, es la comunidad la que va corrigiendo al individuo, no es que le dejan sino, que están preocupados por él, así sea a través de la murmuración, en lo que sea, pero de alguna manera se preocupan. Igualmente en relación a quienes aplican la "justicia" oficial, no tiene acogida, porque los que administran las leyes en las parroquia, en las comunidades, especialmente el Teniente Político, por lo general son personas ajenas al medio y parte de la estructura de poder impuesta y su preocupación no va más allá de encarcelar, imponer penas, ordenanzas, etc.

17. El principio de la generalidad, es decir la norma para todos ha servido para arrasar las particularidades del derecho de los Pueblos Indígenas, y lo más que se ha reconocido como figura atenuante es la "rusticidad", es decir se ha llegado a verdaderas ofensas, para obtener una cierta contemplación de la cohersividad de la ley, teniéndose que dar el grado de rústico, es decir el grado de vivir en la ignorancia.

18. Dentro de la legislación nacional decir que la ley es para todos, es muy generalizado, y nos encontramos con el problema de que no se toma en cuenta la concepción, la cosmovisión, toda la herencia legal, histórica de los pueblos indígenas, sin considerar que cada pueblo tiene su particularidad, tiene su diferencia, incluso dentro de los mismos grupos étnicos.

19. En el Derecho occidental, el castigo moral no tiene peso, tiene que ser la privación de la libertad, la indemnización económica, esas son los castigos que fundamentalmente priman en el Derecho occidental, pero en el Derecho indígena prima la sanción moral fundamentalmente, entonces se entiende solo en la medida en que también el quien comete el delito acarrea una afrenta a la colectividad y que la sanción es seguida por toda la colectividad.

20. En contradicción con la ley nacional, que lo que no está determinado y especialmente en materia penada, lo que no está perfectamente determinado, no puede ser utilizado para ser aplicado, porque en el Derecho penal tiene que ser matemático, es decir tiene que existir la norma, tiene que existir el tipo, la inexistencia de la descripción de la infracción no permite la aplicación de esa norma, en cambio en el Derecho indígena no.

21. El Derecho Indígena no es exclusivo, porque todos participan, el juzgamiento, es un hecho comunitario, pero siempre se acude al cabildo porque que el cabildo es el que da la cara, el que comienza a reunir a la asamblea toda, o sea hay una norma comunitaria procedimental para un juzgamiento, pero estas normas tenemos que irlas recogiendo con soltura, sin imponernos moldes procedimentales, ni un solo molde de sanciones, dejando la posibilidad de la aplicación de un Derecho diverso dentro de una unidad, sólida y no ficticia.

22. En cuanto a las sanciones igualmente, se ha planteado investigar la escala de sanciones llenándonos con todo una serie de testimonio, muestreos, etc. siendo también una tarea de como sostener que son normas, y si para ser normas jurídicas es necesario la cohersión demostrar que es una cohersión pero distinta porque es otra la cosmovisión del Pueblo indígena.

23. Porque de esta investigación lo que vamos a encontrar, es tanto normas, leyes, como procedimientos, sanciones, condiciones, de manera diversa, para no desembocar solamente a veces en lo que en Derecho se llama lo penal, cuando en nuestra cosmovisión no hay una división tajante en cuanto a lo civil, y lo que es penal. En cambio, el Derecho indígena es distinto como es dinámico, ve la infracción en términos generales, sin esa clasificación civil o penal, y por lo tanto toda infracción puede, debe y necesita ser sancionada.

24. El Derecho indígena, es un Derecho eminentemente colectivo, y el ejercicio igual es un ejercicio colectivo, porque toda una colectividad juzga y sanciona, frente al otro que es un ejercicio supuestamente a través de los jueces en representación de la sociedad, representación que la más de las veces es espúrea, porque supuestamente los jueces son los que representan a la justicia en nombre de todos nosotros y en nombre de toda la sociedad sancionan a un individuo a nombre de todos.

25. Nosotros entendemos como un principio que norma el Derecho indígena la solidaridad que no se la entiende sin la reciprocidad; siendo esto una de los grandes principios que rige en los pueblos indígenas y que es aplicada a la hora de administrar justicia y de ejercer el Derecho.

26. Esta investigación se justifica también en la necesidad de establecer ciertas defensas, porque hay un atentado en contra del derecho indígena por la vigencia del derecho oficial, por lo que hay que ir apuntalando aspectos sustanciales del Derecho indígena, para fortificar la vida comunitaria, y por otro lado poner realmente en vigencia los derechos colectivos que permitan el acceso al control y gestión de los territorios y de la tierra, a partir de la realidad, de lo existente, porque eso genera fuerza, y eso va a permitir que todos estos principios van a ser instrumentos de los propios pueblos indígenas, es decir ya no van a estar solamente escritos ahí, sino que van a haber elementos jurisdiccionales sobre los cuales se van a imponer las cosas en su verdadero orden.

27. Un punto que nosotros tenemos que manejarlo, es que el Derecho tiene que ser el producto de la realidad social, entonces a nosotros tenemos que viabilizar que éste Derecho Indígena exprese fielmente lo que la comunidad le expresa, la autoridad que le confiere a su cabildo, legalizando la práctica de ese Derecho, potenciando los organismos de autoridad de la comunidad.

28. Otra característica de la administración de justicia indígena, es que esta no es solo en razón de territorio, sino también es en razón de la persona, esto quiere decir que la sanción impuesta tiene que cumplirse en donde quiera que esté el individuo y así hayan pasado los años, especialmente en lo que tiene que ver con la reparación del daño. Quienes actúan a la cabeza cumpliendo éste rol de jueces son los presidentes del Cabildo en su conjunto, pero con toda una participación comunitaria que cumplen los roles dependiendo del caso, de la investigación, de la búsqueda de testigos, de aclaración, de versiones - "ñawichi" y puede demorarse un día, dos días, hasta la noche, con guardias, y todo una serie de elementos capaz de que en poco tiempo esté subsanado, esté resuelto el problema, y eso es lo que le vuelve muy dinámico y eficaz, y que finalmente no solo termina reparándose o compensándose el daño, sino también siendo muy rehabilitador para las partes y la misma comunidad. Entonces se demuestra que si hay elementos así como pautas de un procedimiento hay un cuadro de autoridades, hay un cuadro de testigos, hay un cuadro de comparecencias, involucrados, de complicidades en unos casos, hay lo que sería lo resolutivo, pero va mas allá de lo resolutivo, mas allá diría no solo de la reparación sino la reparación rehabilitadora diré, a través de ejercicio de la sanción reparadora en la que participa toda la comunidad.

29. El avanzar hacia la vigencia de un sistema jurídico de los Pueblos Indígenas se haría además en consideración de las posibilidades de evitar todo el engorroso trámite y gastos, porque significan los juicios, la consulta a los abogados, de ahorrar tiempo, y de la eficacia y la eficiencia en la resolución de los litigios.

30. El castigo físico en las comunidades kichuas tiene un sentido ritual se le denomina "astimpunlla", que se lo acostumbrara a nivel de la comuna y de la misma familia se realizaba en el último día del año kichwa, donde venían los ahijados a la casa de los mayores y los abuelos, y en presencia de todos éstos empezaban a reprender por todas las actitudes malas, la actuación mala que ha tenido a lo largo del año, con la serie de consejos que se da, y luego es el azote.

31. En este proceso de investigación y sistematización algunas normas tendremos que irlas ubicando como normas de costumbre, y otras como normas jurídicas porque también nuestro sistema jurídico tiene costumbres, unas que no necesariamente son jurídicas, que pueden quedar como costumbres culturales.



32. El cabildo y también la comunidad es como un Tribunal de Justicia, de sanción, casi en todos los problemas y litigios que hay en la comunidad toda la gente va captando, la gente va viendo de aquellas personas, sus actitudes, cómo es, y a más de eso, a más de escuchar, va poniendo atención a esas personas para poder constatar y para poder verificar si es, no es, si tiene, si de verdad es capaz, si de verdad va cometiendo alguna falta, algún comportamiento negativo, no es que a la gente de una le tachan en una falta, y no por una falta le sancionan duramente, sino va siendo todo un proceso, un seguimiento, y según eso una sanción leve, una sanción fuerte, una sanción grave.

33. En éste trabajo conviene ir demostrando las diferencias, en el sistema de la investigación presumarial, en la legislación nacional en definitiva sigue vigente la tortura, pero la tortura como instrumento presumarial para arrancar la verdad a través de la coacción física, a través del palo y garrote. De lo que se ha podido ver en el Pueblo Indígena no hay la coacción para hacerle declarar culpable sin tener argumentos veraces, veo más bien una protección total de los Derechos individuales de las garantías individuales de la persona, mas bien una inteligencia para cerrar con evidencias la participación, y no permitir la adulteración de la verdad.

34. En el mundo indígena una de las normas o tres normas básicas era la que se defendía, el amaquilla, el amallulla, el amashua, entonces, esas siguen vigentes de hecho al rededor de eso hay varias más.

35. En nuestros esos pueblos influye en el tratamiento del litigio y la solución de problemas legales, aquello en lo que se ha soñado y las simbologías interpretadas por el yachak o shamán de la comunidad.

lvg/upconaie


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martes, 7 de septiembre de 2010

Protesta de pueblo kichwa por mala producción nacional


Protesta de pueblo kichwa por mala producción nacional

http://redjnpe.ning.com/forum/topics/protesta-de-pueblo-kichwa-por?commentId=4609014%3AComment%3A3644&xg_source=msg_com_forum



"La Taxista"

Por: Magister- Lucila Lema Otavalo
No nos debería sorprender, pero en realidad nos sorprendió, que un canal de televisión considerado importante en nuestro país tenga un
criterio de interculturalidad tan pobre: cuando en su
noticiero estelar televistazo, en el segmento gente, la
presentadora invitó a ver una muestra de la
interculturalidad del país, con una nota sobre el estreno
de la telenovela la taxista.

Con vergüenza vimos el reporte, que ya nos anunciaba lo que vendría luego, aunque era más la indignación por constatar que en
un país, declarado plurinacional e intercultural, aún se
produzca y se transmita, sin afectación, una serie
insustancial, que irrespeta totalmente las culturas
ancestrales del Ecuador.

Efectivamente, en el primer capítulo nos pudimos dar cuenta de que esta
telenovela adolecía de los criterios básicos de una buena
producción.

Si previamente se hubiera realizado una elemental investigación, se darían cuenta que la mayor
población de migrantes en Guayaquil son del pueblo kichwa
Puruhá y no del pueblo kichwa Otavalo como se lo muestra;
quienes en su mayoría son comerciantes de su arte.


El lenguaje totalmente forzado, poco convincente, muestra con burla, el desfase lingüístico que tendría
cualquier hablante de un idioma que no es suyo propio.
Seguramente, el creativo Roberto Guerrero al hablar inglés
también tiene esos desfases y sería una falta de respeto
ridiculizarlo por eso.

Penoso, que quienes hayan ideado este producto televisivo no tengan conocimiento,
que hoy en día muchos kichwa Otavalo, por su cultura de
mindalaes (comerciantes ancestrales) además de hablar el
kichwa, como idioma materno, hablan perfectamente no solo
el español, sino también el inglés, italiano, portugués,
etc.

La vestimenta no muestra a la mujer kichwa Otavalo en su integridad, hay gran confusión en el
vestuario que se utiliza.

Estos detalles son una muestra más de que no se tomaron el tiempo necesario para
hacer una indagación seria sobre el pueblo que querían
presentar y peor aún sobre el contexto y los personajes.


Así mismo, el argumento poco creativo, nos cuenta la misma historia de cualquier telenovela venezolana o
mexicana, pasada de moda, donde hay un “príncipe azul” y
otros personajes estereotipados y descontextualizados.


Pero más indignación causo, la tonta defensa que hicieron sus realizadores, por los diversos criterios
negativos que generó esta producción de Ecuavisa.


La protesta del pueblo kichwa Otavalo fue calificada por el libretista, Cristian Cortez, como “falta
de autoestima”. Valga la oportunidad para decirle
públicamente que los kichwa sabemos muy bien quienes
somos, nos sentimos orgullosos de nuestra cultura y nos
reafirmamos en nuestra actualidad.

No es necesario que profesionales poco responsables “digan” o “muestren”
que somos gente de empuje, capaces y emprendedores, porque
así lo hemos demostrado no solo a nivel nacional sino
también internacional.

Quizá son otros los que tiene falta de autoestima, ya que recurren a la burlarla y
a la desvalorización de los diferentes para reafirmar su
superioridad y mostrar eso por televisión.

Acaso no hemos visto también, como en varios espacios noticiosos
se tacha, con ligereza y poco análisis, de salvajes a
comunidades kichwa que ejercen su derecho a la justicia.
No es casual, entonces, que ahora se caricaturice
vanamente a este mismo pueblo.

¿Acaso es esa la libertad de expresión que reclaman los medios?

Es justamente por ello que no podemos quedarnos callados
frente a esta transmisión sucesiva de prejuicios e
imaginarios que por generaciones hemos luchado por romper.


Qué papel han jugado y juegan la mayoría de los medios de comunicación masivo en este proceso,
lamentablemente el mismo que ahora están haciendo; el de
acrecentar el racismo y la intolerancia sin una noción
real de plurinacionalidad e interculturalidad que aporte a
una convivencia digna y en paz de todos los ecuatorianos.


Según la constitución, esto perfectamente podría acarrear responsabilidades por la violación de derechos
individuales y colectivos, pues la norma constitucional
establece el derecho tanto individual como colectivo a la
integridad, que incluye no solo la integridad física, sino
también psíquica y moral.

Igualmente el Art. 57 de los Derechos Colectivos de los Pueblos y Nacionalidades
Indígenas garantizan el derecho a no ser objetos de
racismo, ni de ninguna forma de discriminación.

Es decir, existen varias normas jurídicas nacionales y
convenios intencionales que amparan a los pueblos
ancestrales para defender legalmente sus derechos de así
determinarlo con justo motivo.

Creemos que hay que hacer mucho más, para ganar audiencia en un horario triple
A y, más aún, para aportar a la construcción de un estado
plurinacionalidad desde la televisión o cualquier otro
medio de comunicación, donde el rating no se logre pasando
por encima del respeto y la dignidad de la gente.


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ecuachaski
www.ecuarunariec.org
http://ecuachaski.blogspot.com
agenciaplurinacional@yahoo.com
ecuachaski@gmail.com
Telfax: 2580713
Julio Matovelle 1-28 entre Vargas y Pasaje San Luis (Sector
Santa Prisca)
Kito - Ecuador

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Respuestas a esta discusión
Vínculo permanente Respuesta de s.e.s.s el agosto 25, 2010 a las 11:21pm
Estimad@s.

Obviamente la novela maneja un discurso discriminatorio, bajo la mascara carismatica de una actriz; no exalta el arte de las tablas,sino que privilegia el sarcasmo a todo un pueblo ancestral, soberano y sabio, es una pena y hasta una verguenza que con todo el arsenal económico de un medio como ese, se trabaje en producciones intolerantes e irrespetuosas que promueven el menosprecio a los pueblos, y no es la primera vez, ya lo tenemos ahi a la burla del shaman de vivos, la paccha corte y por ultimo la novela en cuestión.

¿en lo ignorante que soy ,me permito preguntar, si el color blanco es virtud? para mandarme a pintar.

Saludos, s.e.s.s.
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Vínculo permanente Respuesta de Nugmy . el agosto 26, 2010 a las 10:53am
En verdad es indignante y da pena la forma como hacen produccion nacional y en su tonto pensamiento apertura a la pluriculturalidad del Ecuador , esa novela la taxista no refleja identidad , vestimenta ni dialecto , deja mucho q desear en cuanto a la creatividad y conocimiento para realizar un proyecto televisivo real
Los directivos de Ecuavisa deberian reanalizar y apoyar produccion nacional q realmente valgan la pena como la luterana leyendas nuestras con contenido con sentido y actores de verdad .

Les saluda Nugmy
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Vínculo permanente Respuesta de s.e.s.s el agosto 26, 2010 a las 8:13pm
pues arriba las culturas, la diversidad y las diferencias, y que nos quede de esto solo el menosprecio a la falsa superioridad racial de algunos shunshos regionalistas, que en lejanos destinos son discriminados por no ser blancos, y vuelven a su propia tierra a mofarse de su lado nativo, del que deberian sentirse orgullosos.

orgullosa de mi parte natural, andina,sess
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Vínculo permanente Respuesta de Raul Escobar el septiembre 1, 2010 a las 11:04am
Compañeros y Compañeras:

Saludos desde Manabí, soy Raul Escobar, participante del Seminario en Ibarra.

Ademas estudio periodismo y que vergüenza me da esta supuesta produccion nacional, donde se denigra, se insulta, se ridiculiza, se mofa, se hace circo de lo que es nuestro Ecuador... Esto nos lleva a la intolerancia entre hermanos.

Deberíamos organizar una protesta, como argumentar el derecho al consumidor, el derecho a las comunidades y pueblos indigenas, desde los jovenes, de los niños.

Y para colmo hay personas como Auki Tituaña que se presta para avalar esa telebobela, esa participacion de Auki Tituaña fue lo que mas indignacion me dio....

Asumamos el reto de protestar, tenemos las razones y la fuerza...

Hasta la Victoria... Siempre
Patria o Muerte
Venceremos
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Vínculo permanente Respuesta de José Ariruma Parco Yuquilema Hace 4 horas
En realidad es absurdo en pleno siglo XXI, que estemos aún vivencia que las culturas mestiza o blancas es superior a la cultura de los andinos – amazónicos, con este enfoque hacen ver que alguien debe aparecer para que los indígenas seamos emprendedores según ellos. Esta falsa creencia de los actores "blancos - mestizo" es justamente por el desconocimiento a la diversidad cultural que tiene el Ecuador, cuando la identidad del país es porque somos diversos.
Los pueblos kichwas y las nacionalidades tenemos nuestra propia historia, saberes, espiritualidad, forma de crecer y relacionar con la naturaleza, por más que migramos no dejamos de ser nosotros mismo, hace tiempo decían María y ahora dirán Rosa que hemos subido en décadas de lucha a ser taxistas, cuando hay mujeres profesionales juristas, asambleístas, creadoras de chacra, etc.
En este marco un grupo de abogadas y juristas indígenas encabezarán la demanda de esta producción para que saque del aire estos tipos de programas, que no permite avanzar en el fortalecimiento de la identidad cultural y la construcción de una sociedad interculturalidad.
Al respecto de Awki Tituaña, no hay mucho que comentar, simplemente anda buscando su popularidad haber si llega ser un poco más de Alcalde, luego de terminar el proceso de Pachakutik en Cotacachi, el ego es más fuerte que la dignidad.
Así que estaremos pidiendo su respaldo organizativo y marchas para dejar asentado esta situación.
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